en nuestro infinito

Mi amigo clandestino

Para Sharon:

Hoy es un día más que llego a casa sin poder declararte las cosas que aun pasan, y despiertan en mi cada vez que te miro, sé que nos alejamos para aclarar las conmociones que teníamos guardados desde aquella vez que acaricie tus labios con los míos, no me arrepiento de haberlo hecho, si hay una cosa que aprendí en todo este tiempo es que nosotros tenemos la determinación para hacer que las cosas pasen a nuestro libre albedrío.
Te debo una disculpa, jamás quise hacerte sentir mal expresando a terceros la manera de cómo te describo, soy sincero con lo que pienso y admiro y sé que nadie puede ponerse en mis zapatos para poder contemplar lo que mis ojos ven, quizá sea algo no muy común en este tiempo, que alguien pueda sentir tanto por alguien y es que para mí, la amistad es el camino donde podemos encontrar las mejores cosas inherentes a nosotros.
Siempre creí en las segundas oportunidades, pero no en todo es así, existen momentos que solo tienes que discurrir una respuesta, un impulso y aunque todo fuera por casualidad tienes que estar dispuesto y atreverte. No te respondí en aquel momento todo lo que pasaba por mi cabeza aquella tarde que me hundí en lo que ahora ansió mucho, debí haber regresado a tu puerta y tomarte en mis brazos y hacer que ese día sea interminable para los dos. Después de tantos días aún tengo el recuerdo y ese sabor que ahora se torna agrio en mis labios al no poder volver a disfrutar un momento a tu lado, reprimo mucho en mi pecho y eso me sofoca, los días ya no se ven iguales, las noches son espacios precisos para ponerme a leer, escribir y pensar.
Extraño mucho los momentos que compartimos cuando nos embriagaba los sentimientos de nuestra amistad y la confianza, teníamos mil y una razones para estar un día juntos y reírnos de nuestra demencia, nuestros males, momentos de cuidarte y sabes que siempre lo hice con mucho gusto y como no hacerlo, si me gusta verte recobrar la sonrisa al despertarte y saber que te sientes mejor.
Eres realmente hermosa mi negra, siempre agradezco que hayas aparecido en mi vida, eres tú la que arrebata y aflora en mí, ese lado que tenía custodiado hace mucho tiempo y que bueno que es contigo. No me canso de escribirte, siempre lo haré, solo que prefiero hacerlo a la manera más anticuada, con una hoja y un lápiz, solo transcribí esta parte para que tengas presente que no hay día que no piense en ti.
Al igual que tu carta mi querida amiga clandestina, no trato de enamorarte, solo que no entendería para que te escribo tanto en silencio y porque guardar tantas hojas entre mis libros, si al final nunca lo podrías leer, será como un tesoro para mí, para recordar siempre estos momentos de inspiración  y cada vez que encuentre entre mis apuntes y hojas viejas todos mis escritos, sé que me acordare de ti y volveré a escribir lo que deploro.

Siempre puedes contar conmigo, no dejo de ser tu amigo y te lo diré al estilo de:







Mario Benedetti.



Hagamos un trato
Compañera 
usted sabe 
puede contar 
conmigo 
no hasta dos 
o hasta diez 
sino contar 
conmigo 

si alguna vez 
advierte 
que la miro a los ojos 
y una veta de amor 
reconoce en los míos 
no alerte sus fusiles 
ni piense qué delirio 
a pesar de la veta 
o tal vez porque existe 
usted puede contar 
conmigo 

si otras veces 
me encuentra 
huraño sin motivo 
no piense qué flojera 
igual puede contar 
conmigo 

pero hagamos un trato 
yo quisiera contar 
con usted 

es tan lindo 
saber que usted existe 
uno se siente vivo 
y cuando digo esto 
quiero decir contar 
aunque sea hasta dos 
aunque sea hasta cinco 
no ya para que acuda 
presurosa en mi auxilio 
sino para saber 
a ciencia cierta 
que usted sabe que puede 
contar conmigo.




Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares