Un mundo sentimentalmente descomunal
La vida amorosa de muchos suelen
tener sus tiempos, tiempos de cólera,
tiempos de amor, tiempos de dolor y así
pues los buenos tiempos. Las malas elecciones sentimentales también forma parte
de todo ese círculo; circulo vicioso que los seres pensantes amamos formar
parte de ello, pues eso es lo que te mantiene vivo. Es esa cosa que queremos
explicar y no podemos.
¿Pero qué hacer cuando el destino te muestra
todos los tiempos en uno solo? Tener que afrontar todos esos sentimientos,
procesarlos y tolerarlos. Imagino algo así como cuando tienes que estudiar tres
cursos a la vez y aprobarlos, más aún si quieres salir victoriosa y
complaciente poniéndote un marco de posible soluciones a tu problema, métodos
de organización para etiquetarse la vida, en maneras más prácticas.
¿Cómo actuar cuando tus experiencias
amorosas se resumen en dos líneas? ¿Cómo actuar para no lastimarte? No soy una
experta de la vida, ni del amor, más aun del amor y sus peripecias. Pero sé que
lo que vaya a sentir será especial, ante todo y para todo. También soy consciente
que soy un mundo superferolítico, que por mis experiencias mínimas puedo
asegurar que para muchos dejan de ser tolerantes, a menos que todas la personas
sean yo, ya que no me canso, no me hostigo de sacar a la luz detalles,
momentos, que suelen ser insignificantes para muchos, pero que en el fondo
saben que es lo más bello que les puedan decir. No necesitas mostrar tu flirteo
con obsequios, aunque con comida la cosa puede cambiar, pero no mis lectores,
en realidad, la forma más terrorífica y tierna es esto, describir los detalles más
oscuros de tu ser. Es la una actitud tan obsesiva, tan misteriosa. Llegando a
pensar que cada movimiento tuyo ya es una frase más para ese loco que te
observa, con tal dulzura, con tanto anhelo de que le inspires.
Así
también solemos recopilar nuestras malas experiencias y nos escondemos en ella
para obtener limitaciones, aquellas que usamos para evitarnos el “Dolor”, un
resumen del alma de las personas pacientes, que sin lugar a duda es la palabra
donde se esconden los masoquistas. Pues nosotros, callamos y negamos ese dolor que otros nos provocan, pero que inconscientemente
lo disfrutamos en nuestras mentes, automutilándonos, esperando que todo lo
entregado se convierta en lealtad. “Amurallar el propio sufrimiento es arriesgarte a que te devore desde el
interior”- Frida Kahlo. Pero a veces se ciegan por su propio
egoísmo, por creer que si nos lastimaron, nosotros también debemos lastimar,
una idea estúpida que solo lo realiza la gente estúpida. Cada día que pasamos
es diferente. Las emociones que nos promociona la juventud son únicas e irreemplazables, si no las vives en su momento jamás sabrás como se sentirá. Estas emociones tienen un mismo propósito para todos, pero la forma en que lo
asimilamos varia en nosotros. Solo es cuestión de aprender, pues si un amor no
te deja una gran lección te dejara un gran recuerdo.
Recopilamos muchas historias e
imaginamos que nosotros siempre tomaremos la mejor decisión, salir adelante y
sin lastimarnos, historias que en el transcurso del tiempo se nos va olvidando ¿tal
vez por miedo a que nos suceda? O ¿Por qué tienes fe de que a ti jamás te
sucederá? Dos respuestas definitivas en el campo de las dudas, un “Si” o un
“No”. Como se suele entender ese dicho “Más sabe el diablo por viejo que por
diablo” – Clásico, pero muy cierto. Aun recuerdos esos días en que mi madre me
repetía esa frase, mientras yo asentaba la cabeza con un “Lo sé ma, lo sé”, y la
verdad es que no sabía ni mierda, no entendía el mensaje subliminal que me enviaba
y pues yo, ¡ay no yo! Una mocosa toda varonil ignorando el hecho de que los
consejos auspiciados por su madre tenía una verdad muy susceptible en el
cerebro.
Se dice que de cada 100 personas una
es diferente, ya sea física o psicológicamente, pues asimilan los sentimientos
de una manera muy inusual, tal vez tenga problemas mentales por no asimilar
como muchos piensan o quieren, pero eso no quiere decir que no lo sienta y más
aún eso no da derecho a lastimarme solo porque no sufra de la misma manera que
otros. Sé que las personas mentalmente mal son las más misteriosas y pues no se
me es fácil alejarme, pues siento que soy yo en diferentes situaciones. Tal vez
pierda la cabeza en algún momento de mi vida, no es que ahora no sea estable
psicológicamente, pero puedo parecer más de lo creen.
Una mente con tendencia a la demencia
es claramente susceptible de dejarse arrastrar por estas sugestiones, en
especial si estas coinciden con ideas preconcebidas” – Edgar Allan Poe
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